Universidad on line, reto forzado por el coronavirus

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Las clases universitarias no volverán a ser como antes. La docencia virtual obligada por la crisis sanitaria ha demostrado la efectividad de este método y los campus se animan a incrementar su oferta on line para los próximos cursos. Bienvenidos a la nueva universidad on line que ha traído la pandemia.

El jueves previo a la declaración del estado de alarma algunas universidades comenzaron a tomar medidas y a anunciar que iban a suspender las clases presenciales. Al día siguiente, el conjunto de la universidad española se unió a esta decisión, no quedaba otra opción. Y el lunes, comenzó la actividad on line.

Bienvenida, universidad on line

Las universidades de este país están viviendo una de las mayores crisis que recuerdan. De la noche a la mañana han tenido que reinventarse y exprimir todas sus fórmulas de docencia para seguir atendiendo a su estudiantado.

El esfuerzo ha sido de órdago y, a pesar de los fallos lógicos de tal cambio, han dado la respuesta que se esperaba de ellas, para continuar con la docencia en formato virtual y no dejar perder este curso, frase repetida hasta la saciedad desde el principio y que ha servido como lema para superar una situación que nadie pensaba que se podía dar.

Una realidad diferente, también en la universidad

La crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha cambiado la vida de manera radical y, aunque ya se ha iniciado la desescalada, toda la sociedad asume que se está ante una realidad diferente, un mundo nuevo en el que las relaciones interpersonales han cambiado y en la que no será posible, al menos durante un tiempo, esa costumbre tan mediterránea de abrazarse y besarse.

Por supuesto, las clases universitarias también se han transformado, por la obligación de trasladar toda la actividad formativa al formato virtual. Sin embargo, este cambio no se quedará solamente en este curso. Porque, aparte de que el próximo otoño se puedan repetir confinamientos como el sufrido estos meses, la dinámica de la docencia presencial será diferente.

Replantear las clases presenciales

Esta experiencia va a suponer un punto de inflexión en el modelo de enseñanza presencial, ya que una buena parte del profesorado está repensando las clases presenciales, para ofrecer otro tipo de experiencias grupales, que van más allá de la explicación de un conjunto de contenidos teóricos. De la misma manera que animará a que las universidades presenciales, que en este país son la inmensa mayoría, incrementen su oferta de estudios on line o semipresenciales en todos los niveles universitarios.

La oferta de títulos en formato semipresencial o a distancia se centra principalmente en los títulos de máster y otros postgrados, mientras que los grados se mantienen con un arraigo muy fuerte en lo presencial. Sin embargo, esta experiencia va a animar a que en futuros planes de estudios se introduzcan asignaturas on line, incluso, que algunos títulos enteros se ofrezcan en esta modalidad.

Esta crisis ha servido para demostrar la capacidad de toda la comunidad universitaria para trabajar desde casa. Ha puesto de relieve la preparación técnica de los campus, cuyos sistemas de enseñanza virtual han soportado, en la gran mayoría de los casos, el incremento de estudiantes conectados al mismo tiempo. Y ha servido para dar el empujón definitivo al profesorado más reacio a explotar al máximo las posibilidades de la tecnología para la formación universitaria, que son muchas y con un horizonte muy alto, tal y como se está demostrando en el segundo cuatrimestre de este curso, cuya mayor parte se está desarrollando a distancia.

Transformación hacia la universidad on line

Ninguna universidad estaba preparada para cambiar totalmente la forma docente, y mucho menos, en tan poco tiempo. Así que tuvieron que hacer una adaptación de récord. Para que tuviera éxito, la experiencia previa en las plataformas virtuales de docencia ha tenido mucho valor. Y en este sentido, la Universidad Católica de Murcia (UCAM) lo ha tenido algo más fácil que el resto, debido a que esta universidad lleva varios años con títulos de grado totalmente on line en su oferta docente.

La vicerrectora de Vicerrectora de Enseñanza Virtual de esta universidad privada, Mª Belén López Ayuso, explica que en la UCAM “contábamos con la ventaja de tener una oferta amplia de titulaciones oficiales de grado y de máster completamente on line. Esta experiencia sí que hizo que en muy poco tiempo fuéramos capaces de llevar toda la institución de presencial a on line”.

Aun así no resultó sencillo, ya que en esta universidad tuvieron que redoblar esfuerzos en formar a pate del profesorado en métodos y técnicas de docencia a distancia, “pero se trataba de un grupo dentro de la institución muy pequeño, porque la mayoría, ya sea por grado o por máster, ya tenía experiencia en impartir clases con metodologías cien por cien on line”.

Capacidad de acción en docencia on line

Las universidades han expuesto ante la sociedad su capacidad de acción, aunque no les ha llovido del cielo. Que esta experiencia esté saliendo medianamente bien se debe al trabajo realizado previamente y a la apuesta por incrementar el número de créditos en formato digital tanto en grados como en postgrados.

El vicerrector de Postgrado, Empleabilidad y Relaciones con Empresas e Instituciones de la Universidad de Almería, Juan García, tiene clara la importancia de la experiencia en docencia virtual. También afirma que su universidad “estaba en mejores condiciones que otras, por su tamaño y por su doble apuesta por las infraestructuras TICs y sus decisiones estratégicas en la docencia virtual en los últimos años”. Al mismo tiempo, reconoce que actuar antes jugó a su favor, porque esta universidad “anticipó decisiones en el ámbito de las TICs y docencia”, que llevaron a reforzar la potencia de los servidores y al diseño de estrategias para el aula virtual, acciones coordinadas desde el grupo de seguimiento del Covid-19 creado en el Consejo de Dirección de esta universidad, a decisión del propio rector, Carmelo Rodríguez. “Eso nos permitió que el mismo 16 de marzo, se impartiera un buen número de clases en formato de teledocencia sin grandes problemas achacables a nuestra infraestructura”, afirma Juan García.

Antes de esta crisis, la UAL ya ofertaba como complemento a todas sus asignaturas, un curso virtual en la plataforma de docencia virtual, esto facilitó enormemente la adaptación a la nueva realidad, de forma que el profesorado “solo tuvo que asomarse a esa ventana y encontrarse con sus estudiantes”.

Universidades presenciales

A pesar de estar bien preparados y de que la respuesta tanto tecnológica como del personal docente han sido excepcionales, estas universidades no han perdido la perspectiva de que son presenciales y circunstancialmente se ha tenido que superar esa mentalidad.

Aunque esta experiencia ha servido para generar dinámicas que difícilmente tendrán vuelta atrás. Tanto estudiantes como profesores se han dando cuenta de que la presencialidad no tiene por qué ser exclusivamente física, dentro de un aula o de un laboratorio. Las tecnologías de videoconferencia están ofreciendo unos resultados excelentes, que permiten una interacción docente-alumnado prácticamente igual que en las aulas. De ahí que se esté valorando la incorporación de estas fórmulas nuevas para algunos, con una presencia mayor en los próximos cursos.

Grabación de clases para su difusión on line en la UCAM.

Más herramientas para docencia virtual

“No va a haber una fórmula exacta, pero sí podrá haber una directriz general. Desde que estamos en el Espacio de Educación Superior estamos ajustándonos a unos ratios de presencialidad y ratios de trabajos autónomos de 10/15, a lo mejor, esa presencialidad no tiene que ser física. De esta manera, se liberarían los horarios, que hay facultades con horarios muy cargados”, explica el vicerrector de Calidad, Cultura y Comunicación de la Universidad de Murcia, Javier Martínez Méndez.

Él mismo está pensando en incrementar el uso de estas herramientas en sus clases, debido a su enorme potencial. Sin embargo no pierde la perspectiva y recuerda que “la Universidad de Murcia es presencial y cuando pase todo este periodo de confinamiento volverá a ser una universidad presencial”.

Universidad on line para estudiantes de todo el mundo

Antes de esta crisis, la Universidad de Jaén estaba trabajando en un plan de virtualización, para incrementar el porcentaje de docencia y títulos on line, que se ha acelerado y fortalecido con esta situación excepcional que ha tocado vivir este curso, explica la vicerrectora de Coordinación y Calidad de la Enseñanza de la Universidad de Jaén, Hikmate Abriouel.

“En primer lugar, hay que preparar al profesorado. A medida que vamos adquiriendo competencias se puede avanzar en virtualización de algunas asignaturas, tanto de grado como de máster. Lógicamente, algunas prácticas no. Y aumentaremos la oferta de títulos totalmente on line, esto nos permite ampliar el ámbito de captación de alumnado, que pasaría a ser ya internacional”, asegura la responsable de Calidad de Enseñanza de la Universidad de Jaén. Es más, afirma que este campus se plantea la posibilidad de ofertar grados on line en cuestión de unos años, pero antes, dice, hay que “ir paso a paso virtualizando asignaturas, para más adelante dar el salto y hacer el título entero on line”.

Mayor seguimiento de la actividad on line

Como dato relevante, todas las universidades que han participado en la elaboración de este reportaje se han sorprendido por el seguimiento que está teniendo la universidad on line, ya que, paradójicamente, se ha incrementado de manera muy destacada el índice de asistencia a clase.

Lo que sí ha quedado claro es que se tiene que revisar el formato de las clases presenciales de cara a los próximos cursos. “El profesorado se está planteando cambios en su forma de dar la clase. En cambiar la clase de toda la vida presencial, para introducir cambios y novedades que la enriquezcan. Yo tengo claro que el año que viene voy a incorporar esta metodología y dedicar las clases presenciales a debate, discusión… que enriquece mucho al alumnado, porque las clases de toda la vida han pasado a otro plano con la tecnología que tenemos, y el alumnado exige otro tipo de aprendizaje. Debemos cambiar y esta etapa nos ha servido para darnos cuenta de las posibilidades de la virtualización”, argumenta Hikmate Abriouel.

Juan García no lo ve del todo claro. A pesar de que es un defensor de la incorporación de la tecnología y la experiencia virtual en la dinámica habitual de la docencia, considera que “seguimos sin estar preparados para los cambios que se necesitan, porque en contra de lo que puede pensarse, el mayor cambio no es tecnológico sino metodológico y de filosofía de la docencia, tanto por el estudiante como por el profesor, e incluso por el personal de apoyo. Al igual que se habla de transformación digital en las empresas o en la estructura administrativa de la universidad, tiene que haber una de igual dimensión en la docencia, que combine adecuadamente los cambios tecnológicos y metodológicos y que se forme en ese sentido a estudiantes y profesores”.

Ciertamente, el confinamiento que ha padecido la sociedad española ha servido para repensar la sociedad en general. Cuestiones como el trabajo presencial, las nuevas fórmulas de negocio en la red, la supervivencia del comercio tradicional o la posibilidad de frenar el cambio climático se han puesto de manera abrupta sobre la mesa. Y la universidad, claro está, no podía quedar fuera de este debate.

Se ha visto, como muchos ya destacaban, que hay otra forma de universidad posible gracias a la tecnología y que en la universidad española hay un exceso de presencialidad. La tecnología está, los conocimientos se pueden adquirir, ya solamente falta el compromiso de docentes y alumnado, para que las clases se conviertan en espacios de debate enriquecedores que completen el contenido que ya está escrito en los libros o publicado en Internet.

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