Parabenos, la contaminación invisible que altera las hormonas

Los productos de higiene personal dejan en el organismo sustancias tóxicas como parabenos responsables de desórdenes hormonales.

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Los cosméticos son una fuente de parabenos.
Los cosméticos son una fuente de parabenos.

Hagamos una lista: champú, gel, desodorante, pasta de dientes, crema para el pelo, hidratante para el cuerpo, protector solar, crema antiarrugas, relajante de piernas… y así podríamos llenar casi toda esta página con productos de higiene y cuidado personal que empleamos prácticamente a diario. 

Los hemos incorporado a nuestra vida sin plantearnos que puedan tener consecuencias para nuestra salud, pero las tienen. Estos productos contienen sustancias tóxicas como los parabenos, una familia de químicos empleados para que estos productos se mantengan en buen estado durante meses y no pierdan sus propiedades.

¿Alguna vez se les ha echado a perder el gel o el champú de la casa de verano? Nunca, y esto es gracias a esta familia de productos químicos con una gran capacidad como bactericidas y fungicidas. Es innegable que nos han ayudado mucho en nuestro día a día, pero al precio de dejar su huella en nuestro organismo en forma de contaminación, que puede traducirse en desórdenes hormonales, ya que este tipo de elementos químicos funcionan como disruptores endocrinos.

¿Cómo librarse de los parabenos?

Y lo peor es que librarse de ellos es muy complicado, por no decir imposible. Primero, porque todos los portamos, en la medida en que hemos utilizado productos de higiene personal que los contienen. Y segundo, hasta ahora no existe un método para poder eliminarlos de nuestro organismo. Es más, hay estudios que demuestran que los recién nacidos ya los portan, porque los han recibido en la leche materna.

Debido a la controversia que se ha generado en torno al uso de los parabenos, son muchas las marcas que han apostado por incorporar en sus productos otro tipo de conservantes, en un principio, menos agresivos para el organismo humano. Esta serie de productos con conservantes alternativos muestran en su etiqueta la leyenda “paraben free” y, como ya podéis imaginar, son más caros que los convencionales.

Y es que el asunto de los parabenos no se presta a mucha broma. Recientemente, la Universidad de Granada ha desarrollado un nuevo método analítico para detectarlos en la sangre menstrual. Y los resultados son sorprendentes.

Parabenos en sangre menstrual

Un equipo coordinado por las investigadoras Enriqueta Barranco y Olga Ocón, en colaboración con miembros del grupo Aspectos avanzados en atención clínica a la mujer, del Instituto de Investigación Biosanitaria de la Universidad de Granada, se propuso conocer la presencia de diez parabenos en muestras de sangre menstrual de 25 mujeres. Es cierto que la muestra no es del tamaño suficiente para unos resultados concluyentes, sino que fue elegida con el objetivo de validar el método analítico en el que estaban trabajando. Pero, en cualquier caso, los resultados fueron sorprendentes, ya que el cien por cien de las muestras analizadas contenían al menos tres de los diez compuestos tóxicos estudiados.

El grupo granadino incorporó a su estudio la familia de los benzofenomas, unos químicos empleados en la composición de los protectores solares y funcionan como filtros ultravioleta.

Olga Ocón Hernández explica que “la biotransformación de parabenos y benzofenonas (asimilación por parte del organismo) depende de la forma de exposición, pero se sabe que se transforman en derivados más sencillos que pueden ser excretados fácilmente por la orina. Sin embargo, debido a que nuestro sistema metabólico excretor no es completamente efectivo, estos compuestos pueden acumularse en diferentes compartimentos humanos, como tejido placentario y leche materna, entre otras matrices”.

El avance de este nuevo método analítico desarrollado por la Universidad de Granada radica en emplear sangre menstrual para medir la presencia de estos contaminantes, ya que este equipo quería ver la relación de los parabenos y benzofenonas con alteraciones en el ciclo de la regla. “La sangre menstrual proporciona una mejor estimación de su contribución al microambiente hormonal uterino, porque la progesterona y el estradiol son hormonas esenciales para el control del ciclo menstrual, por lo que es plausible que la exposición humana a este tipo de sustancias afecte a su producción y función”.

Recuerda, ya sabemos que es muy complicado evitar a este tipo de tóxicos, pero si se hace un esfuerzo y se ejerce presión sobre las marcas, a buen seguro que buscarán otras fórmulas.

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