La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se reunió en San Telmo con los rectores y la rectora de las diez universidades públicas andaluzas. Durante el encuentro abordaron los grandes retos para este año: el papel de las universidades en el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI) y el nuevo modelo de financiación de las universidades, además de hacer balance del año anterior. Tras la reunión, el consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha destacado la puesta en marcha del PAIDI, en el que «las universidades cobrarán un mayor protagonismo en la gestión de la investigación».
Ramírez de Arellano ha puesto en valor «la normalidad, el diálogo y la certidumbre en el funcionamiento del sistema» de las universidades, y ha señalado que en este 2017 se ha planteado un «plan de tesorería estable y fijo».
El objetivo del Gobierno andaluz y las universidades es que «los investigadores andaluces sean competitivos y atraigan inversiones hacia Andalucía». El consejero ha anunciado que próximamente se reunirá con los rectores «para acordar la fórmula para transferir 10 millones de euros para distribuir entre los grupos de investigación y los planes de investigación propios». Se trata de impulsar convocatorias competitivas, apoyo esencial para el funcionamiento y financiación del personal de estos grupos de investigación.
En la misma línea, añadió, «vamos a acordar la fórmula para convocar contratos de inicio de la actividad investigadora, con una dotación presupuestaria de 60 millones de euros» y que beneficiará a alrededor de 500 personas.
Convocatorias regionales y de las propias universidades
Ramírez de Arellano indicó que las convocatorias de este tipo de proyectos competitivos se realizarán por dos vías, a través de la Junta de Andalucía, cuyas bases reguladoras de las nuevas convocatorias del PAIDI 2020 se publicarán en breve. Estas bases «atenderán a todo el sistema del conocimiento andaluz, no solo universidades», en áreas como proyectos de investigación, capital humano en I+D+i, infraestructuras y equipamiento, y acciones complementarias.
Y en segundo lugar, se van a impulsar las convocatorias propias de las universidades para reducir burocracia y ganar en eficiencia. Si bien, el proceso de evaluación sería por «la Agencia Andaluza del Conocimiento», que garantice «la verdadera competitividad», apuntó Ramírez de Arellano.
Por otra parte, el consejero ha informado sobre el nuevo modelo de financiación de las universidades. Actualmente «está abierto el diálogo» con todos los agentes que componen el sistema para «incorporar mecanismos que permitan la distribución de los recursos entre todas las universidades», pero también para responder al reto de «ser mejores y, desde el punto de vista de la gestión, confiar aún más en la autonomía universitaria».
Los objetivos principales de la revisión del modelo son: aumentar la autonomía, para lo que crece la financiación básica, que garantiza el funcionamiento del sistema, y se simplifica la gestión en la transferencia de los fondos; blindar la igualdad de oportunidades, con la continuidad de los precios de matrícula al mínimo, y la recuperación de los derechos perdidos durante la crisis por parte del personal y el estudiantado.
Modelo de financiación de las universidades con más transferencias directas
El borrador del modelo propone, según Ramírez de Arellano, que «una mayor cantidad de recursos vaya por transferencia directa a las universidades». En este contexto, detalló que «las cantidades incondicionadas que reciben este año las universidades van a superar el 5% y casi el 10% si contamos los Fondos Europeos».
Durante la reunión mantenida con la presidenta se ha hecho balance de las actuaciones realizadas a lo largo del ejercicio 2016, las cuales han contribuido, en palabras del consejero, a «dar certidumbre al sistema universitario» y a afrontar el presente ejercicio de forma más solvente.
En este sentido, se trabaja para asegurar la suficiencia financiera y definir un plan que permita la convergencia, de modo que el sistema universitario ofrezca un servicio de calidad a los ciudadanos en igualdad de condiciones. Las universidades públicas han cerrado el ejercicio 2016 en equilibrio financiero y se han solventado los pagos a proveedores, por lo que tenemos, dijo, «un sistema que tiene certidumbres y puede, por tanto, abordar nuevos retos».
Y lo hemos hecho, añadió, a la vez que mantenemos el derecho a la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior. Andalucía se consolida como la región española con las matrículas más bajas de media. También se han mantenido y mejorado programas, como las ayudas B1 de acreditación de la competencia lingüística, o las ayudas a las Becas Erasmus, en las que se ha aumentado el complemento que reciben los becarios, consolidando a Andalucía como la región con la ayuda más alta, señaló el consejero.
En materia de personal, además de la tasa de reposición para PDI y PAS, continúa la apuesta por la figura de ayudantes doctores que permite atraer y retener el talento, a la vez que busca el relevo generacional, habiéndose autorizado un total de 282 plazas. También continúa la autorización de puestos de profesorado vinculado al Servicio Andaluz de Salud, que garantiza la continuidad de la docencia en materia sanitaria.
