Murcia trabaja en 36 medidas para luchar contra la brecha salarial

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Reforzar la labor inspectora para supervisar el cumplimiento efectivo de los planes de igualdad en empresas de más de 250 trabajadores o fomentar la incorporación de mujeres a las carreras técnicas son algunas de las medidas prioritarias de la Estrategia para la Eliminación de la Brecha Salarial en la Región de Murcia 2019-2021, que celebró hoy su primera comisión de seguimiento tras su presentación en marzo del presente año.

Otras de las iniciativas que plantea esta Estrategia son las subvenciones a las pequeñas y medianas empresas para la implantación de planes de igualdad; la baremación positiva en los concursos de las empresas que tengan activo el plan de igualdad; ofrecer ayudas a empresas y polígonos industriales para la instalación de guarderías en sus instalaciones, o fomentar el teletrabajo en la Administración autonómica.

La directora general de Diálogo Social y Bienestar Laboral, Manuela Marín, presidió hoy esta primera reunión, en la que participaron también el director general del SEF, Aurelio Morales, la directora general de Mujer y Diversidad de Género, María José García Méndez, así como representantes de los sindicatos UGT, CCOO y la patronal Croem. Esta hoja de ruta coordina por tanto a las consejerías responsables de Empleo y de Mujer, así como a agentes económicos y sociales.

El objetivo común es el de buscar una igualdad real entre mujeres y hombres en el ámbito laboral y social, para lo que el documento plantea un total de 36 medidas, con un presupuesto de 24 millones de euros que puede ser ampliado con nuevas acciones. Algunas de esas medidas ya se están aplicando, como las ayudas de mayor cuantía del SEF a desempleadas que se establezcan como autónomas y justifiquen una inversión para su nuevo negocio.

Registros de la desigualdad

Los informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de las Naciones Unidas destacan que la situación de la mujer en el mercado laboral continúa siendo desventajosa respecto a la de los hombres, por ejemplo en tasa de empleo y de paro, o en la mayor segregación sectorial y ocupacional, tanto en términos de cantidad de empleos como de calidad.  Se produce asimismo una mayor ocupación de las mujeres en tareas no retribuidas, tales como labores domésticas y cuidado de ascendientes y descendientes.

La retribución media de las mujeres en la Región era en el último año disponible, 2017, el 75 por ciento de la de los hombres. Además, la tasa de actividad de las mujeres, es decir, el porcentaje de mujeres que están trabajando o buscando activamente empleo sobre el total de mujeres mayores de 16 años, es todavía 14 puntos menor que la de los hombres (el 52 por ciento frente al 66 por ciento, según cifras del tercer trimestre de 2019). 

Otro de los registros que evidencia desigualdad es la tasa de paro, es decir, la proporción de desempleados sobre el total de la población activa. En el caso de las mujeres, esa tasa de paro es del 16,62 por ciento, mientras que la tasa de desempleo masculina es del 12,20 por ciento. 

Manuela Marín destacó que “la participación en igualdad de las mujeres en el trabajo es una política clave en las sociedades avanzadas que, además, beneficia e impulsa el desarrollo socioeconómico de un territorio”.

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