La Junta aprueba la creación del Museo Ibero de Jaén

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Yacimiento íbero de Puente Tablas, con Jaén capital al fondo rodeado de olivares, paisaje típico de la provincia.

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado el decreto por el que se crea el Museo Ibero de Jaén, que reunirá los principales testimonios materiales de una de las antiguas culturas autóctonas de mayor desarrollo en Andalucía y en la Península Ibérica.

El nuevo espacio expositivo y de investigación, que abrirá sus puertas antes de final de año, se ubica en el edificio construido por la Junta, con una inversión total de más de 27 millones de euros, en el solar de la antigua prisión provincial en el Paseo de la Estación, hoy nueva zona centro de la ciudad. Con una superficie construida de 11.152 metros cuadrados, sus salas ofrecerán una amplia visión de los seis siglos de historia de la cultura ibera, que se extendió desde el Guadalquivir hasta el sur de Francia entre el siglo VI a.C. y la dominación romana.

La mayor colección de piezas iberas

La base de la colección estará constituida por los fondos iberos del Museo Provincial de Jaén, centrados en los vestigios del Alto Guadalquivir y entre los que destacan conjuntos escultóricos de primer orden como el de El Pajarillo de Huelma y el de Cerrillo Blanco de Porcuna.

El centro también contará con piezas procedentes de la Colección Museística de Andalucía y de los museos de Almería y arqueológicos de Córdoba, Granada, Linares y Sevilla. Con ello se ofrecerá una visión global de los seis siglos de desarrollo de esta cultura en todo el territorio andaluz. Además, conectará al público con los principales sitios ibéricos del entorno. Entre ellos destacan los santuarios de Despeñaperros, Altos del Sotillo y Cerro del Pajarillo de Huelma; los asentamientos fortificados de Puente Tablas y Cástulo; los yacimientos de Toya, Las Atalayuelas y Castellanes de Ceal.

Más de 550 yacimientos iberos en Jaén

La ubicación del museo en Jaén responde tanto a la importancia de la provincia por la cantidad y calidad de sus restos arqueológicos, yacimientos y sitios (más de 550 conocidos hasta ahora) como al papel de su universidad en el estudio de este periodo cultural y en la creación del Centro Andaluz de Arqueología Ibérica.

El decreto de creación configura la estructura organizativa del Museo Ibero, que contará con una dirección de la que dependerán las áreas de Conservación e Investigación; Administración, y Comunicación y Difusión. La persona titular de la Dirección será nombrada mediante procedimiento de libre designación entre personal funcionario de carrera de la Administración de la Junta perteneciente al Cuerpo Facultativo de Conservadores de Museo y Patrimonio Histórico.

Exposición temporal

El Museo Íbero se abrirá con la exposición temporal ‘La dama, el príncipe, el héroe y la diosa’, que está ya prácticamente lista tras la restauración de sus piezas. La muestra, que presta una especial atención al protagonismo de la mujer en el mundo ibérico, hará un recorrido por esta cultura a través de sus cuatro personajes prototípicos.

El concepto de ‘dama’ nace del tratamiento dado por autores como Pierre Paris en el siglo XIX a la escultura hallada en Elche en 1897, conocida hoy con el nombre de Dama de Elche. Por su parte, el término ‘príncipe’ procede de la tradición investigadora francesa que ha construido esta figura de la protohistoria europea como un aristócrata de perfil bajo, que trata de afianzar su poder político, económico y simbólico en un mundo de fuerte competencia entre linajes.

El héroe está presente desde muy antiguo en toda la iconografía mediterránea y se hace visible en el arte ibera, a partir de los hallazgos del conjunto escultórico de Cerrillo Blanco (años 70 del pasado siglo y del ‘Heroon’ del Pajarillo (1994). Finalmente, en la cosmología ibera es reconocible la existencia de una divinidad femenina, que asume funciones muy diferentes de fertilidad, cuidado maternal, protección en la salud, adivinación e intermediación en la muerte, entre otras.

La cultura ibera, surgida como evolución del Bronce Final y Tartesios, se desarrolló durante más de seiscientos años en Andalucía y en parte del este y centro de la Península Ibérica. Conformó una sociedad aristocrática y plenamente urbana que incorporó tempranamente la escritura y que registró una larga e intensa relación con fenicios, griegos, cartagineses y romanos.

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