Invernaderos contra el cambio climático

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campo dalías

La temperatura ha bajdo 0,7 grados en el Campo de Dalías.

Los invernaderos no sólo generan beneficios económicos sino también medioambientales y de conservación de los suelos y de los recursos hídricos. Es una de las conclusiones del curso de verano "Impactos Favorables de la Horticultura Intensiva de Alto Rendimiento" celebrado en la localidad. Según el profesor Emilio Campra, estas estructuras reducen el calentamiento global de la Tierra y eliminan el dañino CO2, en contra de la imagen denostada de la agricultura de la provincia vertida en múltiples foros. Además, añaden las conclusiones, habría que destacar el papel de los invernaderos como factores de corrección de la erosión y la desertización de los suelos, puesto que la cubierta plástica evita que las lluvias torrenciales, frecuentes en el clima mediterráneo, erosionen los suelos.

La gestión de los residuos agrícolas por la que ha apostado el Ayuntamiento de El Ejido a través de su Plan de Higiene Rural, convirtiéndolos en compost de calidad, fue ampliamente alabada durante el curso. Esta transformación de los restos vegetales en compost permite a nuestro sistema agrícola estar cerrando el ciclo del carbono de forma óptima. Además, “le da a nuestra agricultura un plus de calidad ambiental, al convertir los invernaderos en un enorme sumidero de dióxido de carbono (CO2), que es el gas principal causante del calentamiento global del planeta Tierra. Esta tarea la llevan a cabo gracias a la ingente actividad fotosintética, fijadora del CO2 atmosférico, que hacen las plantas de nuestros agricultores durante la mayor parte del año.

Como quiera que posteriormente los restos de cosecha en El Ejido no se eliminan produciendo CO2, sino que se reciclan a un abono orgánico, el compost de calidad, el sistema es ecológicamente perfecto. Ese compost de calidad producido por Ejido Medio Ambiente está siendo utilizado masivamente por los agricultores de agricultura ecológica del sur de España, incluidos los de El Ejido, con magníficos resultados.

Ahorro de agua

Las conclusiones de este curso también aportan que el sistema de suelo arenado de los invernaderos permite un ahorro importantísimo de agua de riego y, además, mejora la fertilidad de los pobres suelos de nuestra provincia, ya que consiste en aportar periódicamente una capa de materia orgánica, ya sea estiércol de calidad o bien compost de calidad, como el elaborado en Ejido Medio Ambiente.

Se hizo especial hincapié en la importancia del aporte de esa capa de materia orgánica en los suelos ya que, acompañada de solarización, (esto es, de la colocación durante varias semanas de una lámina de plástico sobre el suelo acompañada de varios riegos) es un desinfectante del suelo tan eficaz como la desinfección química. Y sin las repercusiones medioambientales que ésta tiene. 

Uso de control biológico

El aporte al medio ambiente que se está llevando a cabo en nuestros invernaderos gracias a la utilización de enemigos naturales en la lucha contra las plagas, fue también ampliamente valorado. Este esfuerzo para adaptarse a las demandas de los consumidores y la sociedad “nos está permitiendo aumentar la biodiversidad de la zonas agrícolas, luchar contra las plagas y además nos está induciendo a desarrollar poblaciones de plantas autóctonas, como por ejemplo los mastranzos, que sirven de refugio a los insectos útiles. Todo ello, además, nos está haciendo depender cada vez menos de los productos químicos, con el consiguiente beneficio para el medio ambiente y para la salud de los agricultores y de los trabajadores de las fincas.

Reducen la temperatura ambiente de la tierra y, en parte, la del Planeta

Más sorprendente aún fue la ponencia del profesor Campra. En su intervención puso de manifiesto, con rigor científico, que a lo largo de los últimos 25 años ha descendido 0,3 grados centígrados la temperatura de la comarca Litoral de Poniente de Almería gracias a la cubierta de plástico de los invernaderos. Y esto a pesar de que la temperatura global del planeta ha subido 0,7 grados y en la Península Ibérica ha aumentado 1,5 grados, en el mismo período de tiempo.

Ese enfriamiento de nuestra zona es debido a la reflexión o “efecto espejo” que hace el techo de los invernaderos de la radiación solar incidente que llega a la comarca, de manera que evacua directamente al exterior de la Atmósfera parte de la energía solar directa que luego se convertiría en parte en calor en el ambiente. Ese mismo efecto espejo que hacen los invernaderos de nuestros agricultores es el que vienen haciendo los glaciares, desgraciadamente cada vez más pequeños y el serio retroceso debido al calentamiento global del Planeta (0,7 grados centígrados en los últimos 25 años). Esta es, sin duda, una aportación impagable de nuestro sistema agrícola al conjunto del Planeta, pues palía en parte su calentamiento.

 Además, riqueza y trabajo

Se puso de manifiesto, además, cómo la agricultura de invernadero de nuestra provincia ha permitido en pocas décadas que Almería pase de ocupar el vagón de cola de riqueza a nivel nacional, a ser una tierra llena de oportunidades para miles de personas de toda España y de más de 100 países del mundo que han acudido a trabajar y a vivir en nuestra tierra.

Los historiadores como Gerald Brenan en los años 20 describían a la comarca del Poniente de Almería como una zona deprimente comparable al desierto del Sinaí. “Noventa años después podemos estar orgullosos de haberlo evitado, gracias sobre todo al esfuerzo de nuestros agricultores”, concluye Jorge Viseras, Concejal de Agricultura y Medio Ambiente del consistorio ejidense.

Compuestos bioactivos

Por su parte, en el curso sobre “Compuestos bioactivos saludables como valor añadido para los productos agroalimentarios de Almería”, dirigido magníficamente por el profesor Fernández, de la Universidad de Granada, se ha puesto de manifiesto una vez más el carácter imprescindible que tiene en la dieta el consumo habitual de hortalizas y frutas frescas.

Esto es debido a su riqueza en vitaminas, antioxidantes, etc, que en las verduras y frutas se encuentran en cantidades equilibradas y en forma fácilmente asimilable por el organismo humano.

Por ello se ha afianzado aún más el mensaje de la necesidad de consumir diariamente al menos 5 raciones al día de hortalizas y frutas, acompañado de ejercicio físico, para gozar de una calidad de vida buena y prevenir numerosas enfermedades degenerativas asociadas al envejecimiento de las células humanas.

 

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