Estudiantes con plena capacidad para el empleo

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Estudiantes del programa de inserción laboral de personas con discapacidad.

La Universidad de Almería (UAL) potencia la inserción laboral de personas con discapacidad a través de un programa formativo con prácticas en empresas.

Alumnos con capacidades diferentes, que no tienen rival cuando se evalúan la motivación, el compromiso y el entusiasmo. La UAL es un campus diverso, donde conviven alumnos de los cinco continentes, pero también con capacidades diversas. Varios de ellos, estudiantes con discapacidad intelectual, se preparan para dar el salto al mercado laboral, en el programa de Cualificación Personal para el Empleo, que imparte el campus almeriense y que, en la mayoría de los casos, se convierte en el único medio de este colectivo para acceder a un puesto de trabajo.

Inserción laboral de personas con discapacidad

La UAL es una de las 23 universidades de nuestro país que han apostado por la implantación de este tipo de estudios en su oferta de formación continua, como una manera de reforzar su compromiso con la sociedad. Y éste es ya el tercer año que se ofertan este título tan especiales, en el que el alumnado destaca sobremanera por su entrega y su motivación.

Este programa representa una de las pocas oportunidades que se le dan al colectivo de personas con discapacidad intelectual de formar parte de un campus universitario. Porque si bien es cierto que las universidades intentan estrechar lazos con su entorno, muy rara vez hay una intención tan directa de implicar a estas personas.

Capacitación profesional y prácticas en empresas

Alumna del programa de inserción laboral de personas con discapacidad  en sus prácticas.

Actualmente, la UAL imparte dos cursos del programa de capacitación profesional dirigidos a este colectivo. Uno, que fue el origen de esta iniciativa, en el que se trabajan aspectos básicos de formación para el empleo, adaptados a estas personas. Mientras que el segundo curso tuvo que implantarse debido a la gran cantidad de personas interesadas en continuar con este tipo de estudios, y profundiza algo más en los contenidos necesarios para la integración en el mercado laboral.

Esta formación resulta fundamental cuando estas personas desean acceder al mercado laboral. Muchas de ellas no han podido terminar los estudios obligatorios y solamente cuentan con esta formación en su currículo. Otros, con mayores capacidades, sí que han podido realizar la ESO, sin embargo, necesitan dominar las habilidades que se trabajan en estos programas de formación, para acceder al mercado laboral.

Unidad de Atención a la Diversidad Funcional

Los cursos están coordinados desde la Unidad de Atención a la Diversidad Funcional, dependiente del Vicerrectorado de Estudiantes, Igualdad e Inclusión. Y cuentan con un equipo docente integrado tanto por profesores universitarios, como por monitores que trabajan contenidos más específicos relacionados con las personas con discapacidad.

Graduación de la pasada promoción del curso para la inserción laboral de personas con discapacidad

Para la directora de la Unidad de Atención a la Diversidad Funcional, Pilar Sánchez, lo más importante de estos cursos es la oportunidad que supone para las personas de este colectivo, ya que sin ellos tendrían prácticamente imposible introducirse en el mercado laboral.

Normalmente, el acceso al empleo de personas con discapacidad resulta complicado, pero todavía lo es mucho más si se trata de discapacitados intelectuales.

100 horas de práctica para la inserción laboral de personas con discapacidad intelectual

Estos cursos de 750 horas, cuentan con 100 de prácticas en empresas, un periodo que vale como entrenamiento de estas personas, pero resulta igualmente valioso para las empresas. Porque las prácticas les permiten comprobar que las personas con discapacidad intelectual están completamente preparadas para desempeñar determinadas tareas.

Por ejemplo, son muy buenos en trabajos repetitivos, en los que cualquier otra persona se despista y falla, asegura Pilar Sánchez. Pueden desempeñar trabajos en las áreas administrativas, como reponedores en supermercados o grandes superficies, como auxiliares en guarderías o residencias de tercera edad… “Depende del perfil de cada persona”, dice Sáchez.

Estudiantes del curso para la inserción laboral de personas con discapacidad.

Entusiasmo y entrega

Las personas con discapacidad intelectual han vivido el rechazo desde su infancia, por eso mismo se entregan totalmente en cuanto se les da una oportunidad.

De ahí que en sus prácticas sean altamente cumplidores y responsables en sus puestos de trabajo, con un entusiasmo sobresaliente que consiguen trasladar al resto de sus compañeros del centro de trabajo.

Y de las prácticas, al empleo, porque la máxima aspiración de los organizadores de estos cursos el lograr su inserción laboral. Se establecen contactos con las empresas y hay ocasiones en las que las prácticas de cien horas se transforman en un contrato laboral, aunque, dice la responsable de esta unidad, eso ocurre mucho menos de lo que le gustaría. A pesar de todo, cinco alumnos de este programa han conseguido un puesto de trabajo en empresas de restauración, asistencia a mayores, centros deportivos y empresa de servicios.

Esta iniciativa nace para igualar a través de la educación, adaptada a las capacidades de cada uno de los participantes, para que se sientan como lo que son: estudiantes de pleno derecho de la Universidad de Almería. Un trabajo por la inclusión de estas personas que se ve potenciada por actividades, talleres y otro tipo de encuentros con otros alumnos, que suponen un subidón de autoestima para el alumnado con discapacidad intelectual, que se ven como unos universitarios más.

Todos estos esfuerzos son compensados de sobra con las muestras de cariño de estas personas, que agradecen como pocos cualquier cosa que se haga por ellas.

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