El último proyecto del chef José Andrés para promocionar España utiliza materiales de Cosentino

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Mercado Little Spain. FOTO: Miguel De Guzmán.

‘Little Spain’ es más que un trocito de España en pleno Nueva York. Es un espacio innovador, de algún modo revolucionario y, por supuesto, una celebración de la ‘Marca España’, que se refleja no solo en sus propuestas culinarias, sino en la utilización de materiales netamente españoles como los que aporta la multinacional almeriense Cosentino.

José Andrés, el famoso chef español, ha culminado su propósito de traer a Nueva York la auténtica cocina española y crear un espacio que refleje el país, con todos sus matices y  tradiciones. Se trata de una nueva tipología de espacio, siempre sofisticado, pero de lo más confortable para su principal propósito: saborear los productos de primera calidad que se despachan allí. Es el resultado de “tres años de constante excitación, sufrimiento y goce creativo”, liderado por el arquitecto Juli Capella, del estudio Capella García Arquitectura.

Ciertamente, “fue un reto crear una muestra no solo de la comida española, sino también de la vibrante cultura”. Para el artífice de este proyecto, “cuando diseñas un espacio, vendes algo más que comida; hay una experiencia vivencial, hay una atmósfera y una apuesta cultural y artística detrás que lo empapa todo. Lo esencial, en tiempos de globalización, es mantener la autenticidad a rajatabla”, explica el propio Capella.

Según argumenta el arquitecto, hay tres fuentes directas de inspiración en este proyecto: los mercados, el típico pueblecito español y la propia comida. “Little Spain’ és más que un ‘Food Court’, mercado o restaurante: estéticamente podría también definirse como una sucesión de miniarquitecturas de puestos gastronómicos o como una pequeña población, con sus calles y su plaza mayor donde la gente se reúne para charlar, celebrar, comer y beber”. Asimismo, el propio colorido de la fruta, el pescado, la paella o la sangría, han ido conformado la paleta de colores y texturas que se han ido aplicando en el proyecto.

El espacio cuenta con con la intervención de artistas como Javier Mariscal, Oscar Mariné, Sergio Mora o Mikel Urmeneta, a los que se suma el equipo de Lo Siento en la faceta de diseño gráfico, llevando así a New York una auténtica selección nacional de creatividad española.

Cosentino se embarcó desde el principio en esta iniciativa, y ha contribuido a través de sus superficies a mostrar lo mejor y más innovador de la decoración y las aplicaciones para la restauración profesional  “made in Spain”.

Cosentino

Juli Capella ha elegido los materiales de Cosentino “por sus prestaciones y por ser un producto español”. En opinión del prestigioso arquitecto, los de Cosentino “son productos ideales para estos usos: Silestone para las barras de los puestos, también para revestimientos de pared. Dekton, por su resistencia a la erosión y soportar calor”, detalla. También ha resultado clave su gran formato en plafones verticales. “Teníamos un abanico de colores y texturas con la garantía de resistencia y nobleza, lo cual, en un lugar de alta rotación y desgaste como éste, era fundamental”, sentencia.

Para Santiago Alfonso, vicepresidente de Marketing y Comunicación de Grupo Cosentino, “es un motivo de orgullo colaborar de nuevo con José Andrés en este impresionante complejo. Se trata de un concepto que aúna tradición con una interpretación moderna de nuestra gastronomía. Todo ello, siendo punto de encuentro de los chefs, los proveedores, los diseñadores y los artistas con más talento del país. Nuestros productos tenían que estar presentes y, sin duda, ayudan a ensalzar la propuesta desde el diseño y la calidad que aportan”.

De esta forma, Cosentino ha suministrado hasta 210 tableros (casi 700m2 de material en total) de los productos Dekton® y Silestone®, ejemplos de esa excelencia e innovación también en los materiales decorativos. De la superficie ultracompacta Dekton®, se han empleado diferentes tonalidades, tales como Entzo, Makai, Kelya, Aura 15, Fiord, Tundra, o Kairos, predominante con más superficie expuesta. Por su parte, la marca líder mundial de superficies de cuarzo, Silestone®, exhibe en el mercado su amplio portfolio de colores y acabados con aplicación de tapas en White Platinum, Calacatta Gold, Blanco City, Ariel, Tigris Sand o, por ejemplo, una espectacular barra en Pearl Jasmine de 3cm de grosor.

Pero, ¿cómo se fueron ordenando las distintas tonalidades utilizadas para sacar todo el partido al espacio? Juli Capella explica que “para diseñar los 18 puestos de comida y bebida de Mercado Little Spain, hicimos una paleta de materiales, texturas y colores, que intentaban sintonizar con cada tipo de producto. En el puesto del jamón, tonos rojizos y texturas rústicas; en el pescado, tonos azulados y superficies lisas brillantes; en los pasteles materiales coloristas y texturado”, detalla. Además, el proyecto concede también espacio a la exclusividad: “Hay una sala secreta, llamada A3 (Andrés, Adrià, Albert), con una mesa para solo 10 personas que está resuelta íntegramente en Dekton Kairos, pared, suelo y la propia mesa/cocina. Fue un ejercicio de crear una cápsula monomatérica integral. El modelo Eros, con su tono rojizo vibrante muy adecuado para la barra de tapeo”, apostilla.

Por todo ello, el resultado final de ‘Little Spain’ es mucho más que un trocito de España en el corazón de Nueva York. Es un “organismo vivo” que ahora, neoyorkinos y visitantes tendrán que hacer suyo.

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