El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha lamentado «el castigo que infringe el Gobierno a las familias españolas» al reducir las becas universitarias y el gasto en Educación, algo que contrasta con la gratuidad de los estudios universitarios impulsada por la Junta de Andalucía con la bonificación al 99% de los créditos aprobados en primera matrícula.
Ramírez de Arellano, en respuesta a una pregunta oral en el Pleno del Parlamento andaluz, ha calificado de «preocupante» la radiografía sobre la universidad española realizada por la Conferencia de Rectores (CRUE), que evidencian una inversión pública en caída libre y un sistema de becas que deja fuera a miles de estudiantes, con lo que el gasto repercute en las familias, y unas plantillas universitarias «menguadas y envejecidas».
El titular de Economía y Conocimiento ha expresado el «rechazo frontal» de la Junta de Andalucía a la política del Gobierno central, que prevé reducir del 4,1 al 3,6% del PIB el gasto educativo, lo que supondrá una merma de la inversión de 8.720 millones de euros en una década. «En lugar de hacernos converger con los países de referencia vamos en sentido contrario», ha lamentado.
Implantación de la matrícula gratuita
Por el contrario, ha defendido la implantación de una universidad gratuita que reconozca el talento y el esfuerzo, y que esté acompañada de un sistema de becas potente para que nadie se quede fuera por razón económica. Algo en lo que ya ha avanzado la comunidad autónoma con la bonificación de matrículas, que se ha implantado por primera vez este curso 2017-18. Una medida estructural que los Presupuestos de la comunidad autónoma consagran recogiendo fondos para el inicio del próximo curso 2018-19.
Además, ha lamentado la política del Gobierno, que «atenta contra la igualdad de oportunidades», ha asegurado Ramírez de Arellano. En concreto, la CRUE alerta de que se ha limitado la opción de beca a más de 210.000 personas al endurecer los requisitos académicos en 2012, mientras el Estado se ha ahorrado 21 millones de euros.
El consejero ha calificado de «absurdo» que se exija a los estudiantes de nuevo ingreso un 5,5 de media para obtener beca cuando para entrar en la universidad se pide un 5. Esta exigencia ha hecho que en el curso 2015-16, casi un 7% de los estudiantes de nuevo ingreso quedaran fuera del sistema de becas. Además, quienes tuvieron derecho a la beca salario han visto recortada un 23,5% su dotación (pasando de 2.331 a 1.748 euros desde 2012), indica el informe de los rectores.
La CRUE alerta que la asignación económica no es suficiente para muchos becarios, que necesitan trabajar durante el curso, poniendo en riesgo su expediente y, su propia condición de becario, algo que para Ramírez de Arellano es «muy grave» dado que ningún alumno con capacidad debería salir del sistema por razones económicas.
